¿El aprendizaje es algo tan trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera?
Ciertamente que a través de nuestro desempeño como docentes, en la mayoría de los casos, el concepto de aprendizaje lo hemos mal entendido o mal interpretado, o tal vez lo hemos confundido con el hecho de memorizar o acumular contenidos.
Quizá si nos situáramos dentro de la corriente conductista, la respuesta a esta pregunta hubiera sido casi en su totalidad afirmativa, pues conceptualizaríamos el aprendizaje a través de la simple observación de los cambios de conducta, ya que según esta teoría, la conducta se podría predecir y por tanto controlar, permitiendo de esta forma modificar el comportamiento en situaciones educativas.
Sin embargo, si nos situamos en la época actual, la respuesta va a variar muy considerablemente; los nuevos hallazgos en el campo de la psicología respecto al aprendizaje que hoy conocemos, se han originado, no sobre la base de la conducta observable sino a través de la conciencia o de los procesos mentales en interacción con las ideas y acontecimientos del ambiente.
Ahora es muy comprensible que el aprendizaje en sí mismo, es un proceso de autoconstrucción, a través del cual, ocurren una serie de cambios estructurales que modifican la percepción del individuo respecto a lo que aprende.
El desconocimiento de estas transformaciones internas que experimenta el sujeto que aprende, es lo que como docentes nos ha llevado a privilegiar en el supuesto aprendizaje, únicamente los contenidos, sin atender los demás aspectos que son los factores que definitivamente influyen el aprendizaje
El aprendizaje es un proceso complejo que tiene varias implicaciones mediante las cuales el sujeto realmente interioriza los nuevos conocimientos, a través de la modificación de sus estructuras mentales
Desde el punto de vista de J.Piaget, el aprendizaje es un conjunto de fenómenos dependientes del contexto y debe ser descrito en términos de las relaciones internas entre el individuo, la cultura y la situación en que se ubica éste, esta relación se produce a través de los conocimientos que el sujeto va adquiriendo y que influyen en los nuevos conocimientos que se le ofrecen.
El aprendizaje desde el punto de vista constructivista, explica como el ser humano es capaz de construir conceptos a partir de lo que ya conoce y de los que apenas está conociendo; Desde este punto de vista subraya el papel esencialmente activo de quien aprende.
El constructivismo sostiene que el conocimiento no es copia fiel de la realidad, sino una construcción del ser humano; nuestro modo de ordenar las experiencias es secuenciándolas con distinciones internas y externas, creando una nueva realidad que es la construcción del conocimiento.
La concepción constructivista del aprendizaje se sustenta en la idea de que la finalidad de la educación es promover los procesos de crecimiento cultural y personal del alumno.
Uno de los enfoques constructivistas es el de pensar y actuar sobre contenidos significativos y contextuales, afirmando que el aprendizaje ocurre solo si se relacionan de manera no arbitraria y sustancial, la nueva información con los conocimientos y experiencias previas que posee el estudiante en su estructura de conocimientos unido a una disposición de aprender significativamente.
Ciertamente que a través de nuestro desempeño como docentes, en la mayoría de los casos, el concepto de aprendizaje lo hemos mal entendido o mal interpretado, o tal vez lo hemos confundido con el hecho de memorizar o acumular contenidos.
Quizá si nos situáramos dentro de la corriente conductista, la respuesta a esta pregunta hubiera sido casi en su totalidad afirmativa, pues conceptualizaríamos el aprendizaje a través de la simple observación de los cambios de conducta, ya que según esta teoría, la conducta se podría predecir y por tanto controlar, permitiendo de esta forma modificar el comportamiento en situaciones educativas.
Sin embargo, si nos situamos en la época actual, la respuesta va a variar muy considerablemente; los nuevos hallazgos en el campo de la psicología respecto al aprendizaje que hoy conocemos, se han originado, no sobre la base de la conducta observable sino a través de la conciencia o de los procesos mentales en interacción con las ideas y acontecimientos del ambiente.
Ahora es muy comprensible que el aprendizaje en sí mismo, es un proceso de autoconstrucción, a través del cual, ocurren una serie de cambios estructurales que modifican la percepción del individuo respecto a lo que aprende.
El desconocimiento de estas transformaciones internas que experimenta el sujeto que aprende, es lo que como docentes nos ha llevado a privilegiar en el supuesto aprendizaje, únicamente los contenidos, sin atender los demás aspectos que son los factores que definitivamente influyen el aprendizaje
El aprendizaje es un proceso complejo que tiene varias implicaciones mediante las cuales el sujeto realmente interioriza los nuevos conocimientos, a través de la modificación de sus estructuras mentales
Desde el punto de vista de J.Piaget, el aprendizaje es un conjunto de fenómenos dependientes del contexto y debe ser descrito en términos de las relaciones internas entre el individuo, la cultura y la situación en que se ubica éste, esta relación se produce a través de los conocimientos que el sujeto va adquiriendo y que influyen en los nuevos conocimientos que se le ofrecen.
El aprendizaje desde el punto de vista constructivista, explica como el ser humano es capaz de construir conceptos a partir de lo que ya conoce y de los que apenas está conociendo; Desde este punto de vista subraya el papel esencialmente activo de quien aprende.
El constructivismo sostiene que el conocimiento no es copia fiel de la realidad, sino una construcción del ser humano; nuestro modo de ordenar las experiencias es secuenciándolas con distinciones internas y externas, creando una nueva realidad que es la construcción del conocimiento.
La concepción constructivista del aprendizaje se sustenta en la idea de que la finalidad de la educación es promover los procesos de crecimiento cultural y personal del alumno.
Uno de los enfoques constructivistas es el de pensar y actuar sobre contenidos significativos y contextuales, afirmando que el aprendizaje ocurre solo si se relacionan de manera no arbitraria y sustancial, la nueva información con los conocimientos y experiencias previas que posee el estudiante en su estructura de conocimientos unido a una disposición de aprender significativamente.